La Drácena es una planta de interior alta y voluminosa, con uno o más troncos, de los cuales crecen sus espectaculares hojas verdes, amarillas y doradas, a veces con algún matiz rosado o rojizo.
Las drácenas pueden tener muchos tipos de hojas: pequeñas, delicadas y puntiagudas o grandes y suaves. Su gama de troncos también es variada: gruesos, delgados, altos, ramificados e incluso entramados.
- La Drácena es muy fácil de cuidar, puesto que la planta almacena agua en su tronco y puede soportar bastante bien el hecho que su propietario se olvide ocasionalmente de regarla.
- También está considerada como planta purificadora de aire: de acuerdo con el Estudio sobre Aire Limpio de la NASA, la Drácena es una de las plantas que ayuda a mejorar la calidad del aire al hogar!
Sus orígenes
En estado salvaje, la Drácena crece particularmente en África en islas adyacentes como Madeira, las Islas Canarias o Cabo Verde. Existen variedades que realmente parecen un gran árbol con su tronco. Las drácenas pueden vivir por mucho tiempo, y algunas especies desarrollan una forma muy particular en estado salvaje.
Cuidados básicos
- La Drácena prefiere no exponerse al sol directo, pero necesita un lugar luminoso para mantener sus atractivas marcas.
- Sólo hay que regar cuando se seca el sustrato: la Drácena no tolera sus pies mojados por mucho tiempo.
- Pulverizar de vez en cuando mantiene sus hojas frescas y atractivas.
- Hay que abonar una vez cada seis semanas, en primavera y en verano. Nada de abonos en otoño e invierno.